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El efecto psicológico del color en la ropa

Todos tenemos un color favorito que siempre nos hace sentir increíble, que lucimos radiantes; aunque en ocasiones no es el que más favorece la figura o la colorimetría natural del rostro. De aquí la importancia del color ¿En verdad tiene un efecto secundario con los sentimientos y la percepción de los demás hacia nosotros? La respuesta es sí.

Bienvenidos nuevamente a “Cualidades Exquisitas” un espacio donde aprenderás por qué cuidar nuestra imagen es fundamental.

Solo basta con observar nuestro alrededor para darnos cuenta que el mundo nos otorga una gama tan maravillosa de color, lo curioso es que en el clóset no se tiene toda esa diversidad y siempre predomina uno, el cual suele ser el negro por ser un “comodín” fácil de combinar.

La magia del color es sorprendente, sobre todo en temas de imagen y la ilusión óptica en la silueta, al vestir en monocromía (un solo color) la persona visualmente luce más alta, al usar un color brillante o intenso ya sea en un detalle como puede ser las uñas o algún accesorio hace lucir el outfit moderno, de igual forma llevar una cierta combinación de color se proyecta una vestimenta más interesante.

Lo más importante es no saturar de color al vestir porque se puede perder el objetivo de lo que se busca proyectar; en el mundo laboral según el giro lo adecuado es procurar los colores neutros:  negro, azul marino, gris, blanco para proyectar autoridad, poder, liderazgo, etc. Sin embargo, lo valioso es tener presente la psicología del color, lo que comunica cada uno, como nos hace sentir y cuál es la percepción que se genera en las personas que están a nuestro alrededor, por mencionar unos ejemplos:

– Negro: como lo mencioné antes, es el “comodín” por excelencia en el guardarropa de muchas personas por ser elegante y formal; si bien se sabe que es un color que adelgaza visualmente, también tiene el efecto de hacer lucir menos estatura; se relaciona con misterio, luto (en ciertas culturas) al estar relacionado con tristeza si te sientes deprimido, deprimida ¡aléjate del negro! También se proyecta sofisticación, autoridad y según la prenda con la que se viste puede cerrar los canales de comunicación.

– Rojo: proyecta pasión, peligro, poder, una personalidad extrovertida que le gusta llamar la atención, por tal razón una mujer con un vestido rojo ¡se robará las miradas! Así como usar el color en pequeñas dosis como son las uñas, los zapatos o el labial. El caballero en la corbata proyecta poder. Al ser un color tan estimulante es fundamental considerar el contexto porque si quieres hablar con una persona el color rojo de las prendas cansará la mirada del receptor.

– Rosa: se relaciona con ternura, feminidad, delicadeza. En el caballero una corbata rosa otorgará ese toque moderno; en la mujer usar cualquier prenda o accesorio en su diversidad de tonalidades proyecta feminidad y vanguardia.

– Azul:  el color por excelencia para proyectar profesionalismo, autoridad, formalidad, a diferencia del negro el azul marino abre los canales de comunicación. Es fundamental considerar el tono porque un azul cielo según el tipo de prenda puede proyectar algo completamente distinto, ejemplo: una camisa azul cielo es “formal”, no así un pantalón. Al ser un color neutro combina con todo; con blanco se proyecta formalidad, con naranja vanguardia.

 

¡Felicidad! Amarillo… En conclusión, cada color es único por sus características y por los efectos psicológicos que estimulan en la persona y los que están a su alrededor. Aporta vida al guardarropa con prendas o en pequeñas dosis de color para hacer la diferencia sin perder el buen gusto según el contexto profesional o social.

 

Te espero en el siguiente tema de “Cualidades exquisitas”, sonríe.

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