Reina Isabel, el poder de su vestimenta como marca personal
Aplicar la estrategia esperada no siempre es lo correcto; algo a considerar es que no existe la imagen buena o mala, sino el plan a seguir según lo que se quiere comunicar.
Bienvenidos nuevamente a “Cualidades Exquisitas” un espacio donde aprenderás por qué cuidar nuestra imagen es fundamental.
Cuando pensamos en Jefes de Estado o puestos de alto nivel ejecutivo se suele venir a la mente una vestimenta formal, sobre todo en un traje sastre oscuro; sin embargo, cuando se plantea la imagen de la Reina Isabel lo que es inevitable pensar es en ¡color!
Cuando se habla de crear marca personal se deben considerar varios elementos y uno de ellos es la vestimenta, teniendo presente que lo que se busca lograr como marca es: ser identificada, recordada, diferenciada, preferida.
La ropa juega varios papeles fundamentales: el impacto que genera a nivel psicológico, lo que proyecta en las personas, cuando se utiliza como parte estética que se centra en utilizar solo lo que favorece; sin embargo, cuando se aplica como herramienta de comunicación la estrategia cambia por completo. Si bien en ciertos puestos o profesiones a veces las personas esperan ver cierta imagen del profesional, no en todos los casos aplica igual; incluso se pueden generar estrategias completamente opuestas y el ejemplo perfecto de marca personal con relación a vestimenta es la Reina Isabel.
El pensar qué vestir es una labor que requiere tiempo y reflexión, así que se pueden llevar a cabo cierto plan que permita simplificar dicha actividad, aplicando alguna de las siguiente estrategias que vimos en la Reina Isabel:
Uso de monocromía: esto es vestir el mismo color en distintas tonalidades o un solo tono, por ejemplo: total White. Esto permite combinar de una forma rápida lo que se va a usar, porque todo lo que se porta es del mismo color o gama, en el caso de la Reina Isabel, los sombreros eran del mismo color de sus abrigos e incluso los paraguas que eran transparentes la orilla y el mango eran del color que usaba para seguir con la monocromía.
Vestir siempre igual: esto lo vimos también en Steve Jobs. La Reina Isabel siempre lucia igual con relación al tipo de prendas que vestía, siempre el mismo corte clásico, el mismo largo, uso del sombrero e incluso el bolso y los zapatos negros se convirtieron en parte de su distintivo, durante años utilizó el mismo tipo de calzado de salón de Anello & Davide y el bolso de la marca Launer; se dice que el bolso se convirtió en una herramienta de comunicación con su equipo de seguridad según el lugar en donde lo colocaba o cómo lo tomaba.
Esta estrategia nos ayuda a ser prácticos al momento de decir qué vestir, sin embargo, con el tiempo se convierte en un anclaje porque la persona será recordada por portar siempre la misma imagen.
Color y más color: La Reina nos deja esta gran estrategia, que no siempre usar colores sobrios es lo ideal para puestos de alto mando; Isabel II dejó huella como marca personal a través del color porque la vimos utilizar casi todos los tonos, por lo tanto, hacia un excelente equilibrio entre formalidad, elegancia y toque de vanguardia, según el tipo de evento se optaba por un color pastel o brillante para que la audiencia y su equipo de seguridad en verdad la ubicaran; incluso se utilizaba como herramienta de comunicación diplomática, y en ocasiones se aplicaba alguna estrategia de combinación de colores con relación al círculo cromático lo cual siempre eran un acierto.
Toques de vanguardia: Si bien las prendas que lucía eran de un corte clásico, se puede observar ese toque moderno, no es lo mismo ser victima de la moda en donde luces igual que todas las personas, que vestir con toques que te hacen lucir moderno; en el caso de la Reina, con el color, a través del diseño de sus sombreros, abrigos e incluso ciertos estampados se otorga ese toque actual.
Antes de decir qué vestir, reflexiona cómo te gustaría que te recordaran las personas y así desarrollar la estrategia que sume al poder de tu imagen como marca personal.
Te espero en el siguiente tema de “Cualidades Exquisitas”, sonríe.