¿Quién necesita a un consultor en imagen?
Cualquier persona que desee aprender a proyectar lo mejor de sí, que busque un proceso integral para potenciar su individualidad; mujeres, hombres, jóvenes o adultos que estén interesados en enriquecer su imagen personal o profesional necesitan a un consultor en imagen.
Bienvenidos nuevamente a “Cualidades Exquisitas” un espacio donde aprenderás por qué cuidar nuestra imagen es fundamental.
En la actualidad cada día vemos más consultores en imagen asesorando en el medio político, en las empresas, a las personas con relación a su imagen profesional o personal. Y, ¿qué hace un Consultor en Imagen? Es un profesional que aconseja sobre vestimenta, protocolo y modales; es un crecimiento integral que se basa en respetar la esencia para no hacer sentir a la persona “disfrazada” – Es lograr la mejor versión de sí, el secreto es identificar el estilo, las prendas que favorecen la silueta, así como los colores que resaltan la armonía de color natural o según el objetivo profesional.
Según cada consultor también se trabaja con los modales en la mesa, etiqueta social, el lenguaje no verbal, protocolo de negocios y reputación digital.
Los inicios de la consultoría en imagen se remontan a Connecticut, USA con la investigación del maestro John T. Malloy, su estudio se basó en la relación que existía entre el comportamiento de los alumnos, y la vestimenta de los maestros. Descubrió que la ropa que se usa afecta en gran medida cómo responde el público o los interlocutores.
En 1980, en EE.UU, creció considerablemente la demanda de personas que requerían de los servicios de un consultor de imagen. En 1990 los códigos de vestimenta se hicieron más flexibles y a comienzos del 2000, ya era común encontrar un consultor de imagen en Estados Unidos, como en muchos países de Europa y últimamente en algunos países como México.
La consultoría de imagen no es exclusiva de una figura pública, como: artistas, políticos o personas de medios de comunicación, cualquier persona que tenga interés por mejorar la proyección de su imagen, saber a cómo lucir siempre bien, conocer la forma adecuada de realizar combinaciones de color, identificar los detalles del buen vestir, considerar la calidad y no cantidad, invertir en piezas clave, pero sobre todo, entender el poder de la apariencia en todos los sentidos, personal o profesional.
Incluso, en la actualidad cada vez son más las empresas que incluyen en su capacitación temas que tienen relación a la consultoría de imagen. Es generar consciencia en el colaborador sobre la importancia del cuidado de la imagen profesional como tarjeta de presentación, que a través de la imagen se genera credibilidad, se representa y construye la reputación de la empresa.
La forma de vestir y de comunicar ayuda a las personas a ascender al éxito, tener mejores de relaciones personales, en conclusión, ¿quién necesita a un consultor en imagen? ¡Todos! Son muchos los beneficios que se logran al contratar este tipo de servicio profesional, para mí el más importante es la seguridad que adquiere la persona sobre su forma de vestir y actuar.
Te espero en el siguiente tema de “Cualidades exquisitas”, sonríe.